Corazón Porteño | Diario Buenos Aires

Es una de las tres propuestas que realizó a las familias arrendatarias el padre Carlos Diez, administrador del establecimiento de más de 20.000 hectáreas, para mitigar la difícil situación tras el impacto de la sequía y del sector lechero. También se abrió la posibilidad de que los alquileres se fijen en precios de la soja "vieja" o que alquilen una porción para maní.

El padre Carlos Diez, administrador de la Estancia Yucat, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Villa María, exhibe su preocupación por el tremendo impacto de la sequía en el sistema productivo de la estancia, cuyas tierras son propiedad de la Orden de la Merced. Pero además el padre Carlos habla de acciones: “Estamos transitando una situación bastante dificultosa este año para tomar decisiones y sobre todo para volver a recomponer los platos rotos. A nosotros, en la zona donde estamos, nos ha pegado muy fuerte la seca, y luego la inundación. Pero además está la lucha que hay en este momento, que hay atrás de los sistemas productivos, no sabemos donde va a terminar y esto nos ha afectado doblemente; por un lado en la parte productiva; que felizmente por el hecho de ser un campo multifacético algunas producciones han funcionado mejor que otras. Por ejemplo, el volumen y la comercialización de cerdos nos ha permitido estar mejor posicionados que otros productores que se dedican sólo a eso; y ahorramos algo en una parte de la cadena gracias al volumen”. A pesar de ello calcula que “la pérdida de este año nos hipoteca, o se equilibra con la ganancia de dos o tres años. Es el tiempo que nos va a llevar restablecer los niveles de producción que hemos tenido”.
El responsable de la Estancia Yucat no deja afuera el tema macroeconómico: “El hecho de pasar de una economía un poco regulada a una economía de mercado produce estos altibajos, como por ejemplo en las importaciones, o lo que se prevé que pueda aumentar o mejorar la producción de carne por ventas a países no tradicionales”.
Hablan las acciones
“Este impacto del clima nos ha llevado a apoyar a los productores. Como deseo, como orientación, como política institucional, está no hacer arrendamiento de tierras, sino tomar a los colonos como familias productivas, en la que tenemos que participar de la ganancia pero también salir al cruce en los momentos de complejidad; por lo que en un año tan difícil si nosotros exigimos que la gente pague con capital de trabajo seguramente nos va a costar mucho más la recuperación y muchos de estos colonos quedarían fuera del mercado”, dijo el padre Diez.
Frente a ello el sacerdote explicitó las decisiones que se tomaron: “Implementamos tres opciones, que quedan a elección del colono cual utilizar; una es que los quintales de soja que se tomaban en el último semestre al momento del pago, lo hemos clavado al 28 de febrero, para que agarre la suba por escasez de soja; la segunda opción es la aceptación de subalquiler para maní en esta situación puntual y respetando los sistemas rotativos de la tierra; y el tercero es el 20% de descuento aplicable a todo pago que se haga en un año calendario, a partir del 1 de mayo de este año. Esto es aplicable a pagos por atrasos, al día, o pagos a futuro, el que lo haga recibe un 20% de bonificación”.
Consultado sobre la cantidad de arrendatarios indicó: “Tenemos alrededor de 60 contrataos; pero en cada contrato hay en muchos casos varias familias”.
Cabe destacar que además que las más de 15.000 hectáreas que manejan los colonos, la estancia administra y diseña la producción en 5.000 hectáreas en total, aunque los cambios contextuales no ayudan a tomar decisiones de largo plazo. “Nos hace pensar mucho el hecho que el Estado, al no darnos una herramienta de proyección, que se abren los mercados de carne, que sube el dólar, etc., hace que una producción que con el paso de los años parecía que iba a desaparecer, de pronto pasa a ser una de las producciones que puede crecer y entonces sometemos a una discusión del equipo conductor de la estancia a ver si debemos ampliar el plantel de vacunos de carne y achicar el de agricultura. Por ejemplo en cerdos también hemos crecido y lo veníamos haciendo bien. Hay 250 madres en producción actualmente y tendemos a mejorar las instalaciones y tecnificación, pero no hay créditos acordes”.
En caprino, la Estancia Yucat tiene el tambo caprino más grande de Córdoba. “No es de alta tecnificación, pero respecto a sus pares hay un gran avance. También estamos intentando llevar adelante este año a ordeñar ovejas; y en un sistema tipo cooperativo queremos producir quesos saborizados de oveja, cabra y vacuno. Creemos que es un producto que va a tener buena venta pero aún estamos trabajando en su salida comercial”.
En Estancia Yucat también se promueve el turismo con cuatro orientaciones: Ambiente, producciones, historia/cultura y se suscitan en las visitan ciertos diálogos sobre políticas agropecuarias.
Si desea ampliar información sobre la “Estancia Yucat, una cita con la historia y la producción amigable”, vea esta nota en https://goo.gl/rHMK9m

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Padre Carlos Diez, administrador de la Estancia Yucat