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PALEONTOLOGÍA

Los hallazgos de gran significación para establecer el origen y la evolución de los mamíferos en Sudamérica, en los que un linaje de paleontólogos argentinos se destacó internacionalmente, son reseñados en un libro que José Bonaparte.

Se trata del trabajo de José Bonaparte, descubridor de infinidad de fósiles prehistóricos y "padre" del mayor dinosaurio conocido, expuso como clase magistral ante un centenar de jóvenes investigadores.

"La exploración trajo la fortuna de hallar pequeñísimos ejemplares de cinodontes íntimamente vinculados al origen de los mamíferos, que es un tema fascinante con un lado romántico, si se quiere especular sobre el inicio de la formación de una especie capaz de analizarse a sí misma y de lanzarse a estudiar el espacio infinito", planteó Bonaparte ante un fascinado auditorio, interpelado por la inquietante perspectiva humana.

Con 87 años, "Bona", como le dicen sus numerosos discípulos, es el paleontólogo vivo con más especies de dinosaurios nombradas; junto a Rodolfo Coria, Bonaparte descubrió en 1993 al titanosáurido Argentinosaurus huinculensis, el mayor dinosaurio conocido.

"Protomamíferos y mamíferos mesozoicos de América del Sur", en coautoría con la arqueóloga Laura Migale, fue presentado esta semana en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) "Bernardino Rivadavia", en Parque Centenario, donde el científico dirigió Paleontología de Vertebrados.

El libro se refiere a los trabajos realizados en relación al origen de los mamíferos en el Triásico, uno de los tres períodos geológicos en la era mesozoica (entre 250 y 200 millones de años), principalmente con el grupo de cinodontes (reptiles mamiferoides) que dio origen a los mamíferos.

"Hemos logrado coleccionar una cantidad de materiales de distintas partes de Argentina y del sur de Brasil, donde las primeras expediciones en busca de los protomamíferos empezaron en 1928, con el paleontólogo alemán Friedrich von Huene, y demostraron que en Sudamérica había un registro fósil extraordinario", contó.

Los viajes del médico y naturalista Joaquín Frenguelli, italiano radicado en la provincia de Santa Fe, permitieron luego encontrar fósiles que fueron estudiados en 1943 por el paleontólogo español emigrado Angel Cabrera.

"Demostraban que en el noreste argentino había variadas formas de cinodontes -herbívoros, carnívoros y protomamíferos muy pequeños- que han logrado arrojar luces muy importantes sobre el origen de los mamíferos", reseñó.

"Los estudios que hemos tenido la fortuna de realizar nos han demostrado que realmente estamos ante ancestros que son los mamíferos más primitivos en el tiempo y en la morfología, pero nos falta saber por qué evolucionaron a comportamientos tan diferentes, cómo ha sido el incremento del metabolismo, el surgimiento de la homeotermia (mantenimiento de la temperatura corporal) y la lactancia", dijo, enumerando los temas que actualmente desvelan al incansable investigador.

Los hallazgos de Brasil -"Brasilodontidae"-, apoyados en cantidad de estudiantes e instituciones de ambos países, "nos han permitido meter un poquito la cuchara en una temática de significación internacional, brindando oportunidades muy estimulantes".

Bonaparte se preguntó "cómo ha sido el genotipo de las distintas especies para llegar a producir un tipo adaptativo tan extraordinario" como el que derivó en los primates y especialmente en los homínidos y el hombre; qué "variedad de fenómenos orgánicos y de la compleja estructura genética, el genotipo, fueron condicionando el desarrollo de un metabolismo más complejo" que derivaría en el notable nivel biológico de los mamíferos.

Es que los Brasilodontidae conservaron caracteres primitivos, como la muy pequeña talla y hábitos insectívoros, al mismo tiempo que desarrollaron dentición más especializada y mejor organización del sistema olfativo y auditivo que, junto a una caja cerebral proporcionalmente más amplia, les permitió alcanzar niveles de evolución y funcionalidad de verdadero nivel mamaliano.

Tampoco faltan en el libro los mamíferos jurásicos -de 200 a 145 años atrás- encontrados en la región chubutense de Cerro Cóndor, y las huellas que describió Rodolfo Casamiquela en 1964, "que denotan la presencia de un mamífero capaz de caminar alternando las extremidades, haciendo un movimiento ondulatorio de la cola, capaz también de desplazarse a saltos, como un conejo", cualidad que se presenta en mamíferos herbívoros.

"El mundo científico de aquel entonces no prestó atención porque existía la interpretación de que todos los mamíferos habían venido del norte a poblar el sur, a principios del terciario", pero el descubrimiento de los primeros dientes de mamíferos del Cretácico superior (de 99 a 45 millones de años) en Río Negro, nos puso ante un hecho extraordinario, porque por primera vez se documentaba la existencia de mamíferos para toda Sudamérica", relató.

"Hasta entonces existía la teoría de que los mamíferos se habían originado y evolucionado en el hemisferio norte; resulta que nosotros hemos tenido la suerte de demostrar que mucho antes había aquí mamíferos completamente distintos a los del hemisferio norte".

Eso planteó la evidencia de que había un proceso evolutivo en los mamíferos, que había ocurrido en Gondwana, en el Hemisferio Sur, un antiguo bloque continental al dividirse Pangea, hace unos 200 millones de años.