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CARTELERA
: 1/10/2014
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La guerra llega al teatro Payró en clave de clown y máscaras
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estreno La guerra y sus trágicas consecuencias narradas en clave de humor es el eje de Silban las balas, la pieza debut de la compañía Bolsas en el viento que, con dirección de Marcos Arano, desembarca este viernes en el porteño teatro Payró.
"Nuestro objetivo es acercarnos a un teatro popular y elegimos hacerlo a través de la risa y la descontractura de algunas cuestiones políticamente correctas que nos resultaban opresivas como, por ejemplo, la premisa de que sobre la muerte nadie se ríe, indicó Arano en diálogo con Télam.
Es que al margen de cualquier similitud con el mundo real, Silban las balas pone sobre el escenario un pequeño país que es invadido por una potencia extranjera. Luego de agotar las negociaciones de paz, su líder debe informar a la población la conformación de un comité militar porque, por primera vez en su historia, entraron en guerra.
"El clown como lenguaje está todo el tiempo en la cornisa" Marcos Aranotwitter "El clown como lenguaje está todo el tiempo en la cornisa y esta propuesta tiene que ver con una situación donde no se debería poder jugar, pero desde la compañía asumimos que, en el fondo, todo el mundo juega a la guerra", resaltó el director.
Y agregó: "Es una composición casi infantil porque las grandes tragedias humanas también se juegan: cuando jugamos al papá y la mamá, jugamos a la novela; siempre hay tríos y sufrimiento. Lo que queremos transmitir es que en los juegos siempre hay un fondo trágico".
Protagonizada por Mariana Mayoraz, Lourdes Herrera, Mauro González y Rodrigo Frascara, esta historia con música en vivo va desgranando la forma en que los pobladores deben armar, desconcertados y resignados, un indeseado ejército de defensa.
"Desde la compañía empezamos a investigar temas que nos permitiesen romper el trabajo más ingenuo que propone el clown, queríamos ver qué pasaba si los metíamos en mundos más oscuros, incómodos", resaltó Arano quien, al igual que el resto del elenco, está formado en actuación, clown y máscaras.
Es que el conflicto de esta obra de absurdos aparece cuando los habitantes de este pacífico país se ven obligados a matar, a poner a prueba su valentía, a entrar en contradicción con sus valores, a poner en juego el interés colectivo frente a la salvaguarda individual.
"Nos metemos en situaciones horribles, cuestiones críticas, y los clowns tienen la capacidad de jugar con eso. El riesgo va a ser la reacción de la gente: habrá quienes celebren que se hable de determinados temas y quienes se sientan ofendidos", agregó.
"Igual -terció Lourdes Herrera- más allá de la guerra, nos llama la atención lo humano y cómo la enajenación por el dinero, el poder y la codicia en general nos llevan directamente a la perdición".
En ese punto, Mauro González resaltó que "al clown le es lícito decir lo indecible. La guerra nace de la violencia, de la ira, y es interesante tomar el tema para ver cómo llega eso a una sociedad".
Consultados sobre cómo se articuló un tema tan espinoso en una compañía teatral que aspira a un trabajo horizontal, Arano admitió que lo más complejo de todo fue generar una dramaturgia: "Es un tema con muchas aristas y no fue fácil congeniar todas las ideas".
Sin embargo, agregó que "el entrenamiento del clown permite bajar los egos, enseña que la humildad está buenísima para estos trabajos porque te pone a disposición".
"Y esta obra tiene que ver con eso: con la necesidad y las ganas de hacer una compañía", indicó Arano, quien además se luce en el escenario de Timbre 4 con "Los Fabulosos Singer" y trabaja como docente de clown en la escuela Espacio Aguirre, de Marcelo Katz.
"Soy un idealista que piensa que el trabajo en grupo está bueno, que las cooperativas están buenas, que cagarse de hambre está bueno. Y que las compañías te permiten generar una estética particular que no tiene la impronta de una sola persona o un solo director", sostuvo.
Y concluyó: "Pero, sobre todo, que desde una compañía se puede aportar a un discurso político e ideológico coherente basado en una concepción democrática del arte".
Las funciones de "Silban las balas" serán los viernes a las 23.30 en el Payró (San Martín 766, Capital). ImprimirAccesibleAccesible
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