Corazón Porteño | Diario Buenos Aires

VATICANO, 22 Mar. 14 / 09:17 am (ACI).- El Papa Francisco instituyó la Pontificia Comisión para la tutela de Menores, como se había anunciado el pasado 5 de diciembre, y nombró a sus ocho primeros miembros, entre los cuales está Marie Collins, una madre de familia irlandesa que fue víctima de abusos en la década de los sesenta y el P. Humberto Miguel Yáñez SJ, sacerdote jesuita de Argentina.

Los otros miembros de esta Pontificia Comisión son: la doctora Catherine Bonnet (Francia), la profesora Sheila Hollins (Reino Unido), el Cardenal Sean Patrick O’Malley, Arzobispo de Boston (Estados Unidos) y también miembro del Consejo de Cardenales que el Santo Padre creó para la reforma del Vaticano, el profesor italiano Claudio Papale, la Exprimera ministra de Polonia, Hanna Suchocka; y el sacerdote jesuita alemán, P. Hans Zollner, SJ.

Sobre la institución de esta Pontificia Comisión, el vocero del Vaticano, P. Federico Lombardi, recordó las palabras del Beato Papa Juan Pablo II, que en abril del año 2002 dijo a los obispos de Estados Unidos que “la gente necesita saber que no hay lugar en el sacerdocio ni en la vida religiosa para los que hieren a los menores… Tanto dolor y tanta pena deben generar sacerdotes más santos, un Episcopado más santo y una Iglesia más santa”.

El sacerdote también rememoró lo dicho por el Sumo Pontífice Emérito, Benedicto XVI, a los obispos de Irlanda en octubre de 2006: es necesario “establecer la verdad de lo que ha sucedido en el pasado para tomar los pasos necesarios para prevenir que suceda de nuevo, para asegurar que los principios de la justicia sean plenamente respetados y, sobre todo, que se proceda a la sanación de las víctimas y todos los afectados por estos crímenes escandalosos”.

El P. Lombardi dijo que esta Comisión ha sido creada por el Papa Francisco para continuar la obra de sus predecesores y luego de escuchar el parecer del Consejo de Cardenales. El sacerdote dijo además que el Santo Padre “ha dejado claro que la Iglesia debe proteger a los menores como una de sus más altas prioridades”.
Tras señalar que este grupo inicial trabajará y sugerirá otros nombres para la Comisión, el sacerdote indicó que “es cierto que la Iglesia tiene un rol crítico que jugar en este campo y mirando al futuro sin olvidar el pasado, la Comisión tendrá una perspectiva diversa para aproximarse a la promoción de los jóvenes, incluyendo la educación, luchando contra la explotación de los niños, disciplinando a los agresores” y cumpliendo las tareas que le son propias para colaborar en la tarea emprendida por el Papa Francisco,