Corazón Porteño | Diario Buenos Aires

En esta nota que fue publicada en la última edición de deportes.ar, tres egresados (entre ellos el tirador medallista en Guadalajara 2011 Alex Suligoy) y dos alumnos de la Escuela Media del CENARD elogian el Proyecto de Desarrollo Deportivo.

CONJUGAN LOS VERBOS APRENDER Y COMPETIR

Concebido en 2005, fortalece los lazos entre la educación y el deporte. Los cinco talentos cuentan en la revista interna de la Secretaría de Deporte de la Nación cómo fue dejar atrás sus lugares de origen para abrazar y ser abrazados por la nueva realidad que les ofrecía este programa.

Entre escenarios que respiran alto rendimiento, que reciben el sudor de cientos de deportistas argentinos, en el CENARD un recinto permanece inmune al vértigo, al esfuerzo físico y al silbato de entrenadores. La Escuela Media Nº 3, que funciona en este centro gracias a la implementación en 2005 del Proyecto de Desarrollo Deportivo por parte de la Secretaría de Deporte de la Nación, les permitió desde entonces a más de 270 atletas fortalecer los lazos entre la educación y el deporte.

Tres egresados como el pesista Mauro Riveros, la atleta Jesica Torres y el tirador Alex Suligoy (medalla de plata en los Panamericanos de Guadalajara 2011), y dos alumnos de tercer año como la integrante del seleccionado femenino mayor de softbol, Virginia Sciuto, y el jugador de tenis de mesa, Nicolás Galvano, rinden examen en deportes.ar y cuentan las claves de esta realidad educativa que emerge desde “la casa del deporte argentino”.

“En nuestras provincias le decíamos a un profesor que nos íbamos a competir y no les interesaba. Acá es distinto, ya saben que es lo que vinimos a hacer, a desarrollarnos en el alto rendimiento. Nos tienen más consideración, están mucho más tiempo encima de uno y hasta te dan tarea para que trabajes en los momentos libres de un viaje”, esboza la joven Torres (20), exponente en 200 y 400 metros, 100 metros con vallas y salto en largo, y en la posta 4x400 metros en los Nacionales.

Ante esto, el sanjuanino Riveros -quien con 23 años el mayor de los cinco protagonistas de la nota- acota: “Acá no sos un número, un alumno más. Los profes comprenden lo que pasamos y se preocupan por saber como nos van en el deporte”.

Este pesista que hoy integra la Selección mayor se incorporó al proyecto en 2008 tras realizar una concentración nacional en el CENARD. “Vi a muchos chicos que bajaban del hotel a la escuela. Eso me llamó la atención, pregunté y me derivaron con Javier Morillas que me explicó el trámite. Fui unos días a casa y volví ya para instalarme acá”, cuenta el campeón Panamericano Juvenil en 2008 y Subcampeón Panamericano y Sudamericano de la misma categoría en 2009.

Cómo favorecer la formación integral

Javier Morillas, entrenador nacional de atletismo y coordinador del área deportiva, y Marcela Posetti, coordinadora general del Proyecto, son los responsables de esta iniciativa que brinda la posibilidad de optimizar el desarrollo deportivo de jóvenes de todo el país que se desempeñan en deportes individuales y estén en edad de cursar el nivel medio de educación, favoreciendo así su formación integral.

Para ello la Secretaría ofrece a los jóvenes talentos deportivos becas que incluyen una asignación mensual de dinero, alojamiento, alimentación, entrenamiento y desarrollo deportivo en su disciplina, asistencia médica y psicológica y acompañamiento profesional permanente.

Asimismo, garantiza la continuidad educativa en la Escuela de Educación Media Nº 3 D.E. 10 perteneciente al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, que bajo la dirección de Analía Pastorino otorga el título oficial de Enseñanza Media (Bachiller con orientación en Ciencias Sociales) otorgado por dicho Ministerio.

Dejando atrás a su familia y amigos de Malabrigo, una decisión poco sencilla, el santafesino Alex Suligoy (20) luce hoy con orgullo el diploma de egresado con la misma fecha de 2009 que los de Riveros y Torres, escoltas de aquella promoción. “En Santa Fe iba a una escuela agrotécnica doble turno, se me complicaba con los entrenamientos. Acá, en cambio, iba a la escuela a la tarde y a la mañana entrenaba. Eso me permitió desarrollarme como deportista”, advierte feliz quien se subió al podio Panamericano en la especialidad rifle tendido 50 metros.

La máxima cita continental del deporte no es sólo privilegio de Suligoy. Con sobrada convicción y perseverancia, la pampeana Virginia Sciuto (19) se ganó un lugar en el plantel del seleccionado femenino mayor de softbol que irá en busca una medalla en suelo azteca. Oriunda de Santa Rosa se arrimó al Proyecto tras una concentración nacional, al igual que Riveros. “Ya me habían ofrecido venir dos años antes pero no me animé porque era muy chica. Mi entrenadora habló con gente de la Secretaría, ellos llamaron a mi casa y mi familia me dio todo el apoyo para venir. Eso es muy importante para los jóvenes, el respaldo de los padres”, subraya.

El niño mimado del grupo y protagonista de ocurrencias y bromas durante la charla es Nicolás Galvano. Este rosarino de 16 años, que comparte clases con la joven Sciuto, ocupa el tercer puesto del ranking nacional juvenil y está entre los diez mejores del país entre todas las categorías. “Tuve muchos viajes y quedé libre en el colegio. Ahí averigüé con la Federación de Tenis de Mesa para ver la posibilidad de venir a Buenos Aires porque la mayoría de las competencias eran acá, y entonces me comentaron de este proyecto para seguir con el deporte y el estudio”, explica.

Y agrega: “En mi deporte los viajes son muchos más largos, hay más pruebas y siempre me voy dos semanas. En una escuela normal estaba tres o cuatro meses al año sin ir y se me hacía muy difícil seguir un ritmo. La diferencia acá es que te justifican las faltas si es por torneo. Antes si faltaba dos semanas me decían directamente que rindiera libre”.

Hasta la actualidad, unos 273 alumnos ya formaron parte del Proyecto de Desarrollo Deportivo en la Escuela Media con un nivel de participación sostenido año a año y siendo Buenos Aires, Mendoza y Chubut las provincias con mayor presencia.

Un nuevo hogar llamado CENARD

No sólo al estudio se circunscriben quienes forman parte del Proyecto de Desarrollo Deportivo, sino que además gozan del acceso a la mejor preparación para la alta competencia.

“Acá nos enseñan a vivir como atletas. Tenemos que respetar normas, tenemos los horarios para entrenar, para dormir y comer. Yo imaginaba mas libertades estando lejos de nuestros padres, jamás pensé que íbamos a tener la cantidad de tutores que tenemos, nunca imaginé levantarme a las 8 para ir a desayunar e ir a entrenarme en doble turno”, confiesa la mendocina Torres, quien llegó desde Tupungato al CENARD en 2006 luego de que Morillas la observara con asombro en el Sudamericano Interescolar realizado en este mismo escenario.

En ese sentido, para Rivero “lo importante del proyecto es la posibilidad de estudiar y entrenar en un mismo lugar. En San Juan estaba entrenando pero se me acortaban los tiempos de aprendizaje con los viajes. Me gustaba mucho el deporte y no tenia noción de todo lo que perdía cuando terminara mi carrera como deportista sin un estudio”.

Asimismo reconoce que “lo mas difícil es entrar en una estructura, estar dentro de un programa con ciertas normas. Los que venimos del interior pensamos que vamos a estar mas libres, vamos a poder salir todas las noches y no es así”.

Y Torres añade: “Lo mejor es que acá tenemos todo, no tenemos que ir a ningún lado. Tenemos donde dormir, buena alimentación, cuidados médicos, podemos ir a la escuela sin descuidar el entrenamiento. Además de contar con un gimnasio con todo para la preparación física y un espacio de recreación en el hotel donde nos distendemos con los chicos”.

Los estudiantes destinatarios de las becas están acompañados en forma permanente por una pareja de tutores, quienes se hallan hospedados junto con ellos en la residencia del CENARD. Estos se encuentran a cargo de coordinar las tareas y el quehacer diario de los becarios constituyéndose en sus referentes y nexo con la familia, la institución escolar y la coordinación del proyecto.

Compromiso, dedicación y esfuerzo

“El Proyecto DDEM se enmarca en el conjunto de políticas públicas inclusivas en deporte. Entendemos a los jóvenes como sujetos integrales a quienes el Estado debe acompañar ofreciéndoles las óptimas condiciones para potenciar su desarrollo tanto en el área deportiva como en la académica y la psicosocial.

Elegir ser deportista de alto rendimiento implica asumir un compromiso, una dedicación y un esfuerzo permanente, los cuales deben ser sostenidos y potenciados por un proyecto que implica una inversión publica cuyos frutos sólo pueden observarse a mediano

Día a día, la Secretaria de Deporte de la Nación asume el desafío de colaborar con el sueño de decenas de jóvenes que, junto a sus familias, confían en una Argentina que los ve vistiendo con orgullo la celeste y blanca.” (Marcela Possetti, coordinadora del Proyecto)

Seis años después…

“A seis años de haber comenzado con la labor de apoyar al deporte federado en su etapa de desarrollo, “la Escuela”, como se la conoce, ha tenido más de 50 representantes internacionales en los distintos deportes que dentro de ella se desarrollan

Los jóvenes becarios se han esforzado para poder representar a nuestro país en Campeonatos Sudamericanos, Panamericanos, Copas del Mundo y Campeonatos Mundiales; y muchos de ellos han logrado destacadas actuaciones.” (Javier Morillas, coordinador Técnico-Deportivo del Proyecto)

Epígrafes:

Sciuto, Galvano, Torres, Suligoy y Riveros. En la pista “Osvaldo Suárez” del CENARD, las jóvenes promesas disfrutan de la edición panamericana de la revista deportes.ar, que esta vez los tiene como protagonistas.

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