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POSTUMAS
: 15/9/2011
Murió Julia Constenla
Biógrafa de Sábato y de la madre del Che
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Falleció este miércoles horas después de ser intervenida quirúrgicamente, a causa de una obstrucción intestinal. Con “Chiquita” se fue uno de los últimos exponentes de un periodismo ilustrado, ideologizado, comprometido y generoso.
Sus restos serán velados a partir de las 17 de este jueves en la casa Napolitano, sita en Avenida Córdoba al 3677, a la espera del arribo de dos de sus hijos, que llegarán a Buenos Aires mañana por la mañana.
"Fue mejor así. Tuvo la suerte de no sufrir. Los episodios que determinaron su internación y operación duraron sólo cuatro días. Hasta el último momento se mantuvo activa, vivaz. Ella sentía terror por la decadencia de la vejez", dijo Virginia, una de las hijas de la escritora.
Julia Constenla era viuda de Pablo Giussani, periodista también, con quien se exilió en Italia durante la última dictadura cívico-militar. A la vuelta, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, fue directora de radio Belgrano entre 1985 y 1989.
Entretanto, su esposo publicaba "Montoneros: la soberbia armada", y publicaba diariamente una columna en el diario La Razón, bajo la dirección de Jacobo Timerman. Casualidad o no, ese libro, publicado por Random House Mondadori, fue reeditado hace un par de meses.
Constenla escribió biografías sobre Ernesto "Che" Guevara y su madre, Celia de la Serna; sobre Raúl Alfonsín; Ernesto Sabato, Aníbal Troilo y sobre Justo Laguna.
Formó parte del staff de la revista cubana Che y fue redactora de Mundo Argentino y del mensuario Crisis; ahí trabajó junto a Eduardo Galeano, Juan Gelman, Aníbal Ford y Rogelio García Lupo.
Dirigió, también, 29 números de los Cuadernos de Crisis, en colaboración con Ford.
"Chiquita", madre de cuatro hijos (tres mujeres), cubrió la Conferencia de Punta del Este en 1961, cuando el Che Guevara, entonces ministro de Industria cubano, en un discurso memorable, destrozó el plan económico que la administración de John Kennedy preparaba para los países de América del Sur.
Constenla, muchos años después, contó que un diplomático del gobierno de Arturo Frondizi, le confió del encuentro planeado entre el titular del Ejecutivo local y el ex guerrillero.
Ese encuentro en las sombras conmovió a la cúpula militar argentina y sin dudas resultó una de las causas del golpe de Estado que volteó al desarrollista en marzo de 1962.
Con Julia Constenla se va uno de los últimos exponentes de un periodismo ilustrado, ideologizado, comprometido y generoso; su capacidad crítica y su obstinación no le ganaron enemigos sino sólo entre quienes siempre necesitan encontrarlos.
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