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Karate: vuelta dorada de los juveniles argentinos de la mano de un pibe con apellido singular

AMARGÓS ESTÁ DULCE

El tucumano Miguel Amargós fue figura de la Selección que regresó del Sudamericano de Venezuela con cuatro medallas de oro, una de plata y dos de bronce. “Es mi momento. Venía de salir segundo entre los mayores, ahora voy por el oro en el Panamericano juvenil de Canadá”, avisó con sus 18 años.

Argentina ganó siete medallas en el reciente Sudamericano Juvenil de karate realizado en Venezuela, cuatro de oro, una de plata y dos de bronce, y el tucumano Miguel Amargós, la gran figura entre los 15 karatecas nacionales presentes en el torneo, le relató a www.deportes.gov.ar: “Fue un orgulloso formar parte de esta delegación. Reconozco que estoy muy bien, pero tengo que seguir mejorando. Ahora viene el Panamericano Juvenil en Canadá (17 al 25 de agosto) y quiero ver flamear la bandera argentina mientras canto el himno en lo más alto del podio”.

Amargós (categoría menos 78 kilos) ganó dos medallas doradas, una en equipo y otra individual, ambas en la especialidad kumite. El equipo campeón estuvo integrado además por los rionegrinos Mirko Queirolo y Yeko Fernández, y el porteño Julián Pinzas. En tanto, las otras dos preseas de oro las ganaron la cordobesa Juliana Novak (Cat.-55 Kg.) y el bonaerense Durman (Cat.-61 Kg.), también en kumite.

“Ahora voy por el oro, sé que es mi momento, venía de salir segundo entre los mayores en el Panamericano de Ecuador. El resultado es consecuencia del entrenamiento, esa es la frase que me dijo el entrenador nacional Juan Carlos Landaburu y me quedó grabada. Ese es el mensaje a seguir”, comentó Amargós.

“Me defino como un competidor pensante, todavía tengo puntos flojos pero de a poco voy creciendo. Estos campus (participa en el CENARD de un campus de entrenamiento junto a otros 99 karatecas de todo el país) nos permiten desarrollarnos. Lo importante es no bajar el rendimiento, imagino que no será fácil asimilar la presión y por eso tal vez sea necesario consultar a un psicólogo deportivo, por suerte en el CENARD contamos con todo lo necesario para complementar nuestro entrenamiento”, explicó el tucumano de 18 años, quien no quiso pasar por alto la confianza que le brindaron sus compañeros tucumanos de Dojo y los de esta Selección.

Plata y bronce, más medallas para creer en el futuro

Con apenas 13 años el misionero Brian Brizuela también se destacó en el Sudamericano. Ganó la medalla de plata de la delegación nacional y al igual que en ese torneo es el más chico de los participantes de este campus que se realiza en el CENARD desde el martes y hasta el próximo domingo. “Me fue bien, estoy viviendo buenas experiencias. Yo sueño con representar al país en los torneos más importantes, ganar medallas en mundiales y Juegos y tener el reconocimiento en diarios, radios y la televisión. Es lindo que a uno lo conozcan por lo que hace”, contó este pibe que complementa el karate con el judo.

Mientras que su coterránea María Belén Alvarez, 17 años, ganadora de una medalla de bronce, analizó: “Me sentí muy bien. En marzo había tenido mi primera participación internacional, en los ODESUR de Medellín, y perdí la semifinal por un punto a cinco segundos del final del combate. Por ser mi primera experiencia me parece que fue positiva, sobre todo teniendo en cuenta que competí entre los mayores. Ahora en Venezuela volví a caer en el primer combate a segundos del final, lo que me hace dar cuenta que tengo que trabajar mucho para no descuidarme . Por suerte después pude reponerme y llegué a subir al podio. Ahora en el Panamericano de Canadá espero ganar al menos la de plata”.

La otra medalla de bronce la ganó Queirolo, el mismo que integró el equipo campeón. “Es muy lindo todo esto y hay que valorarlo. Este campus nos enriquece mucho, además venimos de ganarle una final a Brasil en juveniles, algo que no pasaba desde 2001.Esa final fue muy difícil, Julián Pinzas había perdido y yo empatado; por suerte Miguel (Amargós) tuvo una actuación espectacular, ganó el combate 8 a 0 y pudimos festejar “, remarcó el rionegrino.

Y por último, Yeko Fernández destacó: “Tuve la suerte de pertenecer a este equipo. Siento un gran orgullo, mi objetivo es seguir mejorando, aprovechar todo tipo de competencia y crecer”.

Todos ellos se entrenan durante todo el día en el CENARD, lugar donde están concentrados. Rodeados de un centenar de pibes de distintos lugares saben que llevan la bandera del ejemplo y la ilusión. Son los que marcan el camino, los que contagian al resto, los que tienen colgada con orgullo en su habitación la medalla del último Sudamericano.

Epígrafe:

El tucumano Amargos muestra la copa que ganó por ser el karateca más destacado. Lo acompañan Brian Brizuela, Yeko Fernández, Mirko Queirolo y María Belén Alvarez.

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