Corazón Porteño | Diario Buenos Aires

MÚSICA

"Pánico" es el nombre del nuevo CD del grupo rockero porteño Jovenes Pordioseros que acaba de editarse, mientras que el hard rock se ve sacudido por el sonido setentista de Camus resaltada por la potencia de su vocalista, Leticia Lee.
Entre las novedades también se destaca el super combo hardcore Bandera de Niebla y un nuevo disco de la banda indie de La Plata, Indiana, plagada de calidad y buen gusto.
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JÓVENES PORDIOSEROS-“PANICO”
Nuevo trabajo del combo liderado por Cristian “Toti” Iglesias con la banda reformulada para mantener el sonido impertinente, rocanrolero, pegadizo, gritón, reventado que siempre caracterizó a los emprendimientos del chico de Mataderos.
Para este oportunidad, a Toti lo secunda en guitarras el ex Persas, Juanjo Gaspari, Leo Raffa, ex Pulgones, en bajo y coros, Lucas Fiorentino en batería y Gustavo Cejas en teclados. “Pánico” es un auspicioso regreso de una banda divertida, efectiva, con actitud y capaz de brindar muy buenos shows.
El disco abre con la rockera “Pánico”, donde Toti grita que esta vivo y de regreso, mientras las guitarras tronan, y la sigue “Lobo”, bien para cancha y que parece una continuidad de uno los clásicos de la banda “Descontrolado”, aunque en este caso serán los hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata, los primeros que deban apoderarse de este tema.
“Eterno” es un medio tempo arrabalero compuesto a cuatro manos entre Toti y Facundo Soto de Guasones, que le pone su voz a la canción nocturna y de ruptura amorosa. “Staff” recuerda al viejo Tequila de Ariel Rot y Alejo Stivel, bien stoniana y también invita al pogo por su estribillo pegadizo.
“Staff” es una acústica nocturna, gastada, melancólica, mimosa y hasta tanguera, en la que Toti muestra que puede dar mucho más y que es tiempo de dejar de lado las idas y vueltas y cabalgar este caballo que es su banda.
En “Hiena”, Toti se pone su vieja piel de trasnochado, de hombre de excesos, con un sonido que remite a los New York Dolls y con estribillo también pegadizo. El blues porteño tiene su espacio en “Infierno Blues”, donde Fernando Grimaldi acompaña en voces, sumado a unos interesantes arreglos de bronces.
“Hija de la Luna” tiene una base rockera sobre la cual Toti recita y rapea una historia para su hija, con la promesa de no volver a las noches Calavera, mientras Gaspari mete un solo enojado. El disco cierra con “Canción del más allá” con un comienzo épico de las guitarras y la banda navegando en las aguas que mejor le saben, las de los medio tempo y las baladas.

CAMUS-“MANDRAGORA”
Primer disco de esta interesante banda de hard rock, bien setentista integrado por Leticia Lee en voz, Ignacio Cuneo en batería; Santino Kazlauskas en guitarra y mandolina, y Sebastián Choren en bajos y coros.
Camus prefiere un sonido valvular, con buenos riffs, una base poderosa que nunca deje a pie a nadie, y por ellos la voz de Lee muy virtuosa, al punto que desde su tono, sus notas, hace los mismos firuletes vocales que Robert Plant, Ian Gillian y David Coverdale hacían en su mejor época, los 70.
El disco abre con la bien pesada "Del otro lado”, donde Camus pone las cartas sobre la mesa, y anticipa de qué trata su música y su estilo, y eso se reafirma en la vagabunda “La la la”, donde Lee hace juegos con su garganta, recuperando ese viejo sabor de los vinilos de sentir la voz y los instrumentos sin saturación, solo expuestos en el aire.
“Puedo avanzar” además permite conocer a los Camus rockeandola rápidos y furiosos, a alta velocidad, mientras que “Seremos un reflejo” camina sobre un riff a lo AC/DC, mientras la voz de Lee te conduce a lo mejor de los ’70, y la fórmula da más frutos en “Sutil diferencia”, donde la guitarra saca chispas.
En “Aun no hemos visto nada”, el comienzo acústico permite tener real noción del poderío de la garganta de Lee, hasta que la banda se pone densa, cuasi stoner, y la voz se pone más grave. Camus toma “Algo ha cambiado” de Pappo Blues y la rockea de gran forma, para terminar con un alarido de Leticia.
“Tempestad” mantiene la alta velocidad y la energía bien cargada, con un gran trabajo de la base que monolítica sostiene los arabescos de la guitarra y los cachondeos de la voz de la cantante.

BANDERA DE NIEBLA-“DESINDUSTRIAL”
Primer álbum de este grupo hardcore que es un proyecto alternativo de integrantes de Satan Dealers, Compañero Asma, Dragonauta y Fantasmagoria, en la que los músicos trabajando en forma independiente recuperan el gusto por la velocidad, el mensaje político y la furia punk.
Adrián Outeda, vocalista hoy de los Satan Dealers, pero también fundador de la ya extinta y mítica banda hardcore No Demuestra Interes (NDI), se reunió con el guitarrista Hernán Espejo que en los 90 integro la banda de metal Vrede y hoy es el cantautor Compañero Asma, el bajista Martín Mendez, ex Dragonauta y el baterista Ignacio Brizuela, ex Fantasmagoría.
Después de ensayar, armar canciones y salir a tocar, grabaron dos EP’s que subieron a su bandcamp, y que finalmente decidieron plasmar en formato CD, con un interesante arte de tapa.
El disco abre rabioso y veloz a puro hardcore con “Cosecha cerebral”, mientras que en “Capitán de mi naufragio” la velocidad y la rabia no tapan que Outeda hable de lo que significa ser músicos del under y de tener referentes que han mantenido su coherencia e independencia.
“Limite” expresa el hastío de la rutina, de escuchar siempre la misma canción por las radios mainstreem, y el rechazo al aburguesamiento del publico rockero, que no busca bandas y sonidos nuevos.
“En India”, Outeda se pone filosófico, mientras la banda cambia la velocidad por una furia desplegada en forma más cadenciosa y lenta, y ese clima se mantiene en “Optimistas” con Outeda dejando su garganta en cada estrofa.
“Antorchas” y “Prostitución Nacional” son pura furia con contenido social, con la banda desplegando todo su poderío, mientras que “Tufo azul” baja un cambio y la banda despliega todo su enojo con la policía, responsable de innumerables razzias y de haber perseguido al rock durante décadas.
En tiempos en que el hardcore se ablando, se pobló de bandas cargadas de angustia adolescente que parodian a Paramore, Bandera de Niebla deja en alto el concepto de un estilo cargado de furia, contenido social y rechazo al sistema.

INDIANA-“3”
La ciudad de La Plata es una caja masónica de sorpresas de gran nivel, y el cuarteto Indiana no baja los estandartes y da con la talla en un disco cargado de melodías indie, dark, algo de shoegaze adolescente y sombrío
El disco abre otoñal, mimoso y con guitarras a lo Porl Thompson de The Cure, con la madrugona “Amanecer con extraños” contando la historia de alguien que amanece en quien sabe dónde, como un personaje de Brett Easton Ellis.
Con la producción de Julián Perla y la producción de Manza Esaín, de Valle de Muñecas, el disco continua “Tornquist”, con aires a Velvet Underground, la voz de recién amanecido en medio del campo tras un fin de semana drogón.
También surgen aires a los británicos Teenage Fanclub en la bonita “Vacaciones” con un pegadizo arreglo de guitarras de Simón Madueño, que le da la cortina a la voz grave y somnolienta de Pablo Sicialino.
La base conformada por Nicolás Poggi en batería y Bruno Poggi en bajo, pasa al primer plano en la bonita “Doble de Cuerpo”, mientras que en “(La dictad) Marlene”, Siciliano se transforma en un hábil declarante, mientras la banda arma una atmósfera eléctrica, que se va a cargando con el correr de los segundos, mientras la letra transcurre y recuerda la mejor Jesús and Mary Chain.
El clima indie guitarrero casi sónico vuelve con el pegadizo “Doctor Pasavento”, uno de esos dealers de confianza, proveedores de buenas novedades como esta canción que termina con un pasaje bien eléctrico.
“Un hombre normal” cargada de humor negro e ironía es una hermosa pieza en la que se mezclan el sonido shoegaze de las guitarras con formas del mejor brit-pop y un estribillo juguetón y pegadizo.
Esta grata sorpresa platense se cierra con la canción “Soy un éxito en TV”, parodiando los sueños de ciertos músicos de ser una estrella mediática, sin haber entendido las ironías de Soda Stereo en “¿Por qué no puedo ser del Jet Set?” y que los muchachos de Indiana vuelvan a repetir para que ciertos personajes eviten el papelón.